El tenis también necesita un Nick Kyrgios

Uno de los deportes habitualmente calificados como de «Caballeros» siempre ha sido el Tenis, aunque entre todos esos «Gentlemen» siempre ha habido jugadores que han roto con esa imagen social del deporte por excelencia de la raqueta. En la actualidad ese rol lo cubre, con creces, el australiano Nick Kyrgios.

En los últimos tiempos, jugadores como Roger Federer, Rafa Nadal, Andy Murray o incluso el serbio Novak Djokovic (en su faceta ganadora) se han mostrado como jugadores ejemplares dentro y fuera de las pistas de Tenis.

Han sido tan modélicos que incluso en ocasiones han parecido un tanto irreales.

Educación, cortesía, deportividad, juego límpio… esta ha sido la definición y cara social del tenis en los últimos años pero todo las caras A, necesitan una cara B, o el ying necesita al yang y ese contraposición a un Tenis de Salón, ha llegado de la mano de un jugador con un gran talento pero díscolo e irreverente por naturaleza.

Nick Kyrgios

Ese hombre es el australiano, de orígenes griegos y malayos, Nick Kyrgios.

Lo diferente a otros Bad Boys del Tenis como John McEnroe, Illie Nastase o el chileno Marcelo Ríos es que Kyrgios practicamente no ha ganado nada.

Su fama se la ha fraguado por sus actuaciones polémicas en partidos frente a grandes estrellas y también frente a jugadores de la clase media del tenis.

Saques a destiempo y esteticamente reprobables, golpes de showtime en momentos del partido que no proceden, discusiones con los juezes de linea y de silla, raquetas rotas, enfrentamientos frente a rivales incluso sin dar la mano al final del partido… practicamente de todo dentro de la cancha, pero también fuera de las pistas a través de sus redes sociales y de las entrevistas.

Dicen que entrenar y esforzarse, lo hace poco y que su capacidad de haber ganado a jugadores como Nadal o Djokovic proviene de un talento innato.

Su actitud le ha llevado a expulsiones en varios partidos oficiales y en sanciones de la ATP pero la realidad es que la gente quiere ver jugar a Nick Kyrgios, porque también quieren ver esa faceta de jugador distinto.

Sea como sea y por extraño que parezca, el Tenis necesita también Bad Boys por mucho que Mats Wilander reniegue de ellos. La polémica también es a veces necesaria.

El tenis sería demasiado plano si de vez en cuando (tampoco en exceso) aparece algún personaje que le ponga picante a un tenis excesivamente meloso en su perfección absoluta del juego y de sus jugadores.

¿Que sería de una gran película sin un buen malo?

 

elgurudeldeporte.com

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