El más viejo de baloncesto de los Juegos Olímpicos
El baloncesto llegó tarde a los Juegos Olímpicos pero lo hizo para quedarse como un deporte fijo del programa olímpico. Su inclusión como deporte olímpico (a parte de la exhibición de San Luis 1904) llegó en los Juegos de Berlin 1936. Desde el inicio el baloncesto norteamericano tomó las riendas de una competición que tiene unos rasgos muy especiales. El baloncesto en los Juegos Olímpicos es diferente a otras competiciones internacionales ya que incluso por el propio sistema de cupos de participantes se producen enfrentamientos muy desnivelados y se han llegado a enfrentar realidades muy distintas de un mismo deporte. El jugador más viejo de baloncesto de los Juegos Olímpicos en cierta manera tiene ese origen.
Hay selecciones internacionales que llegan a tener jugadores de una mayor edad porque el relevo generacional no es bueno. Si una selección tiene una buena plantilla pero no hay jugadores de suficiente calidad como para sustituir a los veteranos ya que estos siguen ofreciendo mejores prestaciones que los más jóvenes, algunos jugadores se pueden eternizar en las selecciones.
El caso del hombre del record conjuga tanto la calidad como la no existencia de un recambio que mejore lo presente.
Quizás también le podamos añadir el hecho de ser un país con un buen baloncesto pero poca población.
Que un país tenga 100 millones de habitantes o 3 millones hace que se multipliquen las posibilidades de que surjan nuevos jugadores de calidad.
El Puertorriqueño Jose Rafael Ortiz es el jugador más viejo de baloncesto de los Juegos Olímpicos.
Piculín Ortiz jugó con la selección de Puerto Rico en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Llegó a jugar con una edad de 40 años y 296 días el 23 de agosto de 2004 frente a Grecia.
En total disputó 4 Juegos Olímpicos de Seúl 1988 a Atenas 2004.
Sólo no pudo participar en los Juegos de Sydney 2000 ya que su selección no se clasificó.
Nunca logró que Puerto Rico pasara de cuartos de final.
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