Magic… el maestro del arte del pase
El baloncesto por definición y esencia es un deporte colectivo. Un juego en el que no puedes dejar de contar con los demás si lo que pretendes es lograr la victoria ya que es inevitable que tengas que asociarte con otros jugadores de tu mismo equipo para lograr la canasta. En ese aspecto a lo largo de la historia ha habido jugadores en la NBA que han entendido a la perfección ese concepto… pero nadie a la altura de Magic Johnson.
Saber encontrar el momento perfecto para el pase perfecto se puede aprender, pero alcanzar el nivel al que llegó Magic requiere un talento innato.
La asistencia llega cuando un jugador le da un pase que acaba en canasta a otro jugador… siempre es así pero ahora bien hay formas muy diferentes de dar esas asistencias.
Lo extraordinario del caso de Magic Johnson fue que conjugó la cantidad de asistencias por partido, con la calidad de las mismas.
Esto se ve claramente en la comparación entre los dos grandes pasadores de la historia…. Magic Johnson y John Stockton.
El base de los Jazz repartió a lo largo de su prolongada carrera más asistencias que nadie, e incluso es el único junto con Magic que supera el doble dígito en asistencias por partido en su carrera pero nadie recuerda sus pases (salvo Karl Malone claro) y sin embargo nadie ha podido olvidar por ejemplo los no look pass del base de los Lakers.
Magic conjugó la cantidad y la calidad en las asistencias, lo que le convierte en el auténtico maestro del arte del pase en la NBA.
En cuanto a cantidad, Magic Johnson posee un espectacular dato que nadie ha podido superar.
Es el jugador que más pases por partido ha dado en la historia de la NBA tanto en liga regular como en los Playoffs.
En temporada regular distribuyó 11.2 asistencias por partido a lo largo de los 906 partidos que jugó en la NBA.
En Playoffs su record es todavía más levado ya que logró 12.3 en los 190 partidos que disputó en las fases finales.
Esto hizo que en cada partido Magic Johnson al menos aportara directamente gracias a sus pases, casi 25 puntos por noche (2 puntos por asistencia) a los Angeles Lakers.
Si a eso sumamos los casi 20 puntos por partido (19.5) con los que finalizó su carrera, la incidencia directa de Magic en los Lakers fue de casi 45 puntos por partido… lo cual dimensiona realmente el valor de este jugador.
Por otro lado en cuanto a la calidad Magic hizo del pase simplemente algo mejor.
Sus pases creativos buscando el espectáculo fueron parte esencial de lo que se denominó el Showtime.
Cada vez que el balón le llegaba y arrancaba el contraataque por la parte central de la cancha, todo el mundo sabía que esa jugada podía tener algo especial.
El público sabía el final (Mate de James Worthy o Byron Scott) pero nadie conocía que había en la cabeza de Magic y sombre todo como iba a pasar.
Pases picados de lado a lado de la cancha, los pases sin mirar, cuando se escondía el balón detrás de la espalda… y un sinfín de pases que hicieron que la asistencia quedara ligada para siempre a Magic Johnson.
Su imaginación y creatividad hicieron del pase un arte que generaba felicidad incluso sin llegar todavía a conseguir el objetivo final del baloncesto… la canasta.
Ese tipo de logros efectistas no están al alcance de nadie que no haya sido tocado por una barita mágica.