Aleksandr Sizonenko, el mayor gigante de la historia del baloncesto

El baloncesto es el lugar idóneo para que esas personas de gran tamaño puedan tener un desarrollo y una vida profesional, como así fue en el caso de los 239 centímetros de altura de Aleksandr Sizonenko.

Seguramente, el profesor James Naismith nunca llegó ni a imaginar que el deporte que inventó en 1891 para poder seguir desarrollando la actividad deportiva de sus alumnos a cubierto durante el invierno, se terminaría convirtiendo en el refugio de muchos de los gigantes del baloncesto.

Muchos de estos seres humanos superlativos en su tamaño, han terminado jugando a este deporte, por ser una actividad en la que sus condiciones físicas especiales pasaban de ser casi una tortura, a poder ser un medio de ganarse la vida en unos casos e, incluso, de alcanzar el éxito en otros más puntuales.

Una de las mayores grandezas del baloncesto, es que es un deporte donde cabe todo el que quiera jugarlo, desde los Tyrone Bogues a los Manute Bol y, cómo no, también los Aleksandr Sizonenko.

El gigante de 239 centímetros nació el 27 de julio de 1959 en Zaporozhia, Ucrania, aunque en aquel momento todo regía bajo el dominio imperante de la antigua URSS.

La vida deportiva de Sizonenko se desarrolló enteramente en la antigua URSS. Obviamente, la situación geopolítica tras la segunda Guerra Mundial, no permitía ninguna otra opción que jugar al baloncesto más allá del llamado “telón de acero”.

Aquella situación es la responsable de que, a día de hoy, tan solo conozcamos la enorme figura alargada del ya fallecido Aleksandr Sizonenko, por una serie de fotografías antiguas de baja calidad.

Como muchos otros de los gigantes que pasaron por el baloncesto, Sizonenko también debió su altura a la acromegalia, ese trastorno de la glándula pituitaria que produce una segregación excesiva de la hormona del crecimiento y que, si no se pone remedio a tiempo, puede terminar causando la muerte al afectado, o graves secuelas que terminan conduciendo a la muerte, como pasó en el caso del mayor gigante que ha jugado al baloncesto allende la NBA.

Hay fuentes que indican que el crecimiento desmesurado de Sizonenko no fue por una malformación genética, sino que vino derivada de un accidente de bicicleta que tuvo a los 11 años donde se golpeó la cabeza y que le produjo posibles efectos colaterales que terminaron produciendo ese efecto sobre su glándula pituitaria.

Esta historia realmente no está confirmada y queda dentro del anecdotario de la vida del jugador más alto de la historia.

Su descubridor fue Vladimir Petrovich Kondrashin, el legendario entrenador del Spartak de Leningrado que también fue entrenador de la selección soviética en la década de los 70’s, con la que consiguió varias medallas, entre las que destacó la de Oro de los Juegos Olímpicos de Munich 1972, donde la URSS se convirtió en el primer equipo en vencer al Team USA en cita olímpica.

Kondrashin llevó a Sizonenko al Spartak cuando tan solo tenía 17 años y medía 218 centímetros.

En el Spartak de Leningrado (actual Spartak de San Petersburgo), pasó sus primeros años como profesional, ya que jugó desde 1976 a 1978, pero su continuo crecimiento le llevó a tener cada vez menos minutos de juego debido a que fue perdiendo velocidad y movilidad.

Se produjo la paradoja de que, al mismo tiempo que su altura le convertía en un jugador más especial y determinantes, también le llevaba a ser menos capaz de desarrollar la capacidad de convertirse en un jugador de baloncesto que pudiera competir a un ritmo de juego normal para un partido profesional.

Esto le llevó a abandonar a tener que abandonar el Spartak en 1979 y a empezar a jugar en el Stroitel Kuybyshev (actual BC Samara) donde terminó pasando la mayor parte de su vida deportiva desde 1979 a 1986, hasta su retirada prematura con apenas 27 años.

Sizonenko en un partido con el Stroitel Kuybyshev

En total, jugó prácticamente durante una década al baloncesto profesional (si así se puede calificar al baloncesto de la antigua URSS) y tuvo que abandonar el baloncesto por los problemas físicos derivados de una grave lesión en el tobillo que se agravó por su altura y peso.

Sizonenko también llegó a debutar con la prestigiosa selección de la URSS, con la que llegó a jugar un total de 12 partidos.

Tras su retirada siguió creciendo por la falta de control sobre su problema de la hormona del crecimiento y se afirma que llegó a alcanzar los 245 centímetros de altura.

Sizonenko (239 centímetros) junto a Arvydas Sabonis (221 centímetros)

Desde su retirada en 1986 hasta su muerte en 2012 con 52 años, pasó por varias etapas, desde una cierta fama tras participar en la película checoslovaca «The Brave Tailor», hasta prácticamente el olvido, ya que en la última parte de su vida que pasó en San Petersburgo vivió en la pobreza y muy mermado por sus múltiples problemas físicos, tanto como para acabar su vida primero sobre dos muletas y, finalmente, postrado sobre una cama.

El baloncesto nunca olvidará a Aleksandr Sizonenko, porque siempre tendrá en sus páginas de oro al jugador más alto de la historia del Siglo XX (ya veremos si también del XXI) y que nos hace recordar con tan solo ver sus fotos, que sí existen los Gigantes.

 

Este artículo forma parte del libro «Historias de Gigantes de la NBA» a la venta a partir del 1 de Enero de 2021

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